EDITORIAL

Magíster Marlene Guzmán Garcés - Docente Universitaria

mmgguzman@hotmail.com


La educación constituye el vehículo indispensable para que la sociedad panameña pueda alcanzar el desarrollo político, económico, tecnológico, social y espiritual que se merece, y avanzar hacia el logro de nuestros ideales de paz y democracia, pero sobre todo, de justicia social y equidad, potenciando el talento humano y el desarrollo sostenible, la convivencia social y la formación de una sólida conciencia nacional.

Es por ello que comprometida con la Educación Superior, y en nuestro rol de profesional de la mediación y la dinamización del aprendizaje, es muy grato compartir con toda la comunidad educativa y con todos los ciberlectores nuestra revista digital Termómetro Pedagógico.

Este escenario virtual, diseñado por un grupo de profesionales creativos del Posgrado en Docencia Superior de la Universidad Interamericana de Panamá-sede la Chorrera, curso de Desempeño Docente, nos sirve de plataforma libre y masiva para reflexionar sobre la realidad del Sistema Educativo panameño aportando ideas y sumándonos a la búsqueda de posibles soluciones.

Por medio de la investigación, el análisis y la experiencia, nuestros docentes abordan de forma estratégica algunos temas de actualidad, con el objetivo de fomentar espacios de opinión yponer bajo la lupa algunos temas divergentes que estancan a nuestro Sistema Educativo y, por ende a la sociedad panameña.

Los invitamos a leer Termómetro Pedagógico y a promover, junto con nosotros, un cambio de actitud, pero un cambio de actitud desde adentro. Es que sólo así, con la participación activa de cada uno de los actores del proceso educativo podemos tejer redes y elaborar cambios profundos en pro de una educación mejor, en donde impere la crítica, el debate, la consulta, el análisis y la evaluación, desde todas sus aristas, en búsqueda de la transformación de la educación y en la formación integral del individuo.


En esta primera entrega, abordamos historias de superación personal y profesional, el currículo a nivel superior, reflexiones sobre el rol de los padres, docentes, autoridades y de la sociedad en el tema de educación.

Gracias a la Licenciada Nitzia Serrano, Directora Académica de la UIP-La Chorrera, por todo el apoyo brindado.

Al médico veterinario, Julio Ramos, gracias por ser nuestro creativo.

A mis colegas: Magali, Betsy, César, Naissores, Yessenia, José y Miguel, ¡ÉXITOS!

domingo, 16 de diciembre de 2012

ACTIVIDADES EXTRACURRICULARES: PILAR FUNDAMENTAL EN EL DESARROLLO INTEGRAL DE LOS ESTUDIANTES - por Julio Ramos



Dr. Julio Ramos - Médico Veterinario
julrogelio@hotmail.com

Todo plantel educativo cuenta con un gran abanico de actividades extracurriculares de las cuales los estudiantes pueden ser partícipes, como lo son: las bandas de música, conjuntos típicos, equipos de diferentes disciplinas deportivas, clubes de ciencia, artes escénicas, sólo por mencionar algunos. Estas actividades le ayudan al alumno a comprender, valorar y enfrentarse a diversas situaciones de la vida diaria, además de contribuir al desarrollo personal a través de la expresión de sus emociones, su creatividad y sus capacidades físicas. Conociendo la importancia de estas actividades en la formación integral del estudiante deberíamos entonces preguntarnos: ¿qué hacen las escuelas para motivar al estudiante a que forme parte de estas actividades? ¿Cómo contribuye el cuerpo educativo a que los estudiantes, una vez dentro, no abandonen estas actividades?

Si vamos a la realidad diaria de nuestras aulas nos encontramos con que sólo se premia al estudiante que lo único que hace es estudiar y por consiguiente obtiene notas casi siempre satisfactorias; sin embargo, el estudiante que no sólo estudia sino que además es el solista de algún instrumento en la banda de música, o el capitán del equipo de fútbol o el protagonistas en las obras de teatro escolar, pero que sus calificaciones no son perfectas, los educadores tienden a criticarlo, y constantemente comparándolo con los “mejores estudiantes” del aula quienes lo único que hacen es dedicarse al estudio. Muchas veces, estos talentosos estudiantes deben dejar de asistir a clases en momentos que deben representar a la escuela en concursos nacionales e internacionales, y cuando regresan al aula los profesores no hacen más que castigar su “irresponsabilidad” por no asistir el día en que tenía un examen repercutiendo esto en sus calificaciones de estos estudiantes.

Y es que la mentalidad del educador pareciera estar enfocada en la búsqueda de la “excelencia académica” pasando por alto el desarrollo integral del estudiante; esto conlleva a que el estudiante prefiera no participar en ninguna de estas actividades extracurriculares para así no entrar en conflicto con ningún educador. Grave error.

¿Qué es una actividad extracurricular?

Holland y André (1987) lo definen como programas que cumplen con dos condiciones básicas: 1). No son parte de la escuela regular ni del programa curricular, y 2). Están estructuradas de alguna manera (no solo socializando, sino trabajando en cumplir con una misión o meta pro-social. Estas actividades pueden ser de cualquier tipo de disciplina, ya sea ciencias, ciencias sociales, artes, deportes, escritura y comunicación, entre otras.


Las actividades extracurriculares mejoran el desempeño académico del estudiante.

Generalmente, se asume que la participación en actividades extracurriculares tiene un impacto positivo en el estudiante; sin embargo, muchos piensan que, de hecho, estas actividades pueden afectar el desempeño del estudiante de manera negativa debido a los conflictos con el tiempo que se debe invertir y por el choque de horarios. En este tema, estudios como el de California State University, Sacramento en 2009, revela que los estudiantes que participaban de actividades extracurriculares presentaron un índice más alto de permanencia escolar y de graduados, además, estos estudiantes obtuvieron promedios de calificaciones más altos.

Estudiantes que participan de actividades extracurriculares tienen un mejor comportamiento dentro la sociedad

Una publicación de la Universidad de Nevada, la cual recopiló información durante toda la década de los 90, sobre diversos autores y estudios acerca de la participación de jóvenes en actividades extracurriculares, revela que la juventud que es partícipe de este tipo de actividades es menos propensa al abuso de substancias, a abandonar la escuela, tener mal comportamiento y cometer actos delictivos. Obviamente, hay muchos factores que modelan la conducta de un estudiante, sin embargo de alguna manera los estudios revelan que la participación en actividades extracurriculares influyen positivamente en la conducta que desarrolla el estudiante. Los investigadores dan diversas explicaciones al porqué de este positivo fenómeno: y es que mientras unos autores afirman que el joven que participa de estas actividades aprende importantes habilidades que los ayudan en otros ámbitos de su vida, como lo es el caso de el liderazgo y del trabajo en equipo; otros autores, simplemente opinan que al ocupar el tiempo libre o de ocio en alguna actividad no les da la oportunidad a los estudiantes de desarrollar un mal comportamiento. También es cierto que ese ambiente social influye de modo positivo en los valores de la juventud debido a la cultura de la actividad y a las experiencias que le permite vivir al estudiante.

¿Cómo saber si la actividad de la cual participa el estudiante en verdad vale la pena?

Según la Universidad de Nevada, hay signos característicos que hacen de una actividad una buena actividad, como lo son:
-       Que el joven sienta que es parte de un grupo o de algo especial.
-       Que el joven tenga la oportunidad de desarrollar relaciones con los adultos y compañeros pro-sociales.
-       Que el programa tenga metas que estimulen al joven y al equipo a alcanzar grandes cosas, teniendo reglas que mantengan al estudiante con una conducta aceptable.
-       Que el joven pueda tomar roles de liderazgo.
-       Que el programa sea apropiado para la edad de los participantes.
-       Que el programa involucre a padres y compañeros.

Sin embargo, lo más importante es que la actividad sea divertida y atractiva para los estudiantes.
 
El verdadero “estudiante modelo”.

Las actividades extracurriculares pueden estimular al estudiante a tomar sus propias decisiones, y ayudarlo a obtener experiencias y habilidades que lo lleven por un camino correcto en su futuro. Por esto, es de vital importancia incitar al estudiante a participar de actividades extraescolares con la cual puedan ocupar los tiempos de ocio, así evitaremos problemas sociales a futuro como lo son la delincuencia y la drogadicción.

Y es así, como los estudios son necesarios e imprescindibles para la superación y desarrollo social del alumno; la participación en actividades extracurriculares es el complemento esencial y fundamental para que este desarrollo se dé en una manera integral. El verdadero “estudiante modelo” será aquel que no solo sobresale por su impecables calificaciones, sino que además destaca con su talento dentro de alguna actividad extracurricular.

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